martes, 1 de mayo de 2012

Retorno al pasado

A veces tengo la sensación de vivir en el pasado, de que la flecha del tiempo ha invertido su curso y estamos a punto de entrar en una nueva Edad Media, que el Estado moderno está a punto de desaparecer dejando a los individuos a merced de una estirpe de señores feudales de nuevo cuño. No es sólo una cuestión económica contra la que nada podemos hacer (soy escéptico y eso incluye que no creo en la posibilidad de que un mero individuo sea capaz de cambiar un statu quo firmemente asentado) o un problema político en el que sí tendríamos mucho que decir... aunque hayamos optado por aceptar el ¡trágala, perro! aunque más que a los nobles canes los ciudadanos semejamos mansos corderitos invitados a un banquete lobuno.

Cuando veo que la razón nada significa y que la superstición campa por doquier es difícil no pensar en otros tiempos felizmente ¿pasados? Puedo entender que cuando la Medicina no podía ofrecer prácticamente nada a los pacientes éstos optaran por los rezos a santa Wilgefortis o por la Homeopatía (sirven exactamente para lo mismo y lo primero es mucho más barato, además de que rezar a una santa barbuda tiene un punto freak que me hace ser mucho más benevolente que cuando hablo de las gilipolleces de Hahnemann) pero, hoy en día, ¿quién puede preferir rezar a los santos que visitar a un médico?

    
Sin embargo, la superstición persiste incluso cuando en casos como santa Wilgefortis sabemos que estamos en el terreno de la falsedad como nos lo señala su propio nombre porque Wilgefortis no es más que una corrupción de Hilge Vartz (Santo Rostro) que habría que relacionar con la iconografía del Volto Santo de Lucca:



Los peregrinos sorprendido por ese Crucificado vestido con lo que para ellos eran ropas femeninas se inventaron esa santa barbuda crucificada por no aceptar un matrimonio concertado. Leyenda sobre leyenda porque ya el Volto Santo lo es puesto que se supone que es una escultura comenzada por Nicodemo y terminada por un ángel cuando aquél fue incapaz de plasmar el verdadero rostro de Jesús. Así pues es una Verdadera Faz así como un acheiropoietos además de una imagen otorgada a Lucca milagrosamente puesto que llegó al puerto de Luni a bordo de un navío sin tripulantes mientras el obispo de Lucca era advertido del advenimiento mediante un sueño. Por portentosos que parezcan tales acontecimientos no son nada extraños. Leyendas similares se cuentan de numerosas representaciones de Jesús (y de María y de todos los santos conocidos por los bolandistas e incluso de los que desconocen como santa Wilgefortis) que también pretenden ser su verdadera imagen hasta el punto de que Jesús debió ser hijo del dios Proteo para que tuviera tantos rostros diferentes.

Sorprende que si hoy nadie se toma ya en serio la leyenda del Volto Santo (aunque sí su influencia en la iconografía occidental porque de él derivan las Majestades catalanas) sí hagan lo propio con la mal llamada Sábana Santa que ni es una sábana ni es más santa que yo mismo. De este tema ya hablé mucho (posiblemente demasiado) es una serie de artículos que puedes encontrar aquí, pero los sindonólogos continúan huyendo de la realidad lo que conduce inevitablemente a que sus gansadas alcancen cotas cada vez más epustuflantes. Para muestra un botón ofrecido por mi diario favorito, el desopilante ABC, en este artículo desternillante. Comencemos por Boi que asegura que:

"Al analizar el microscopio las fotos de los pólenes extraídos en anteriores investigaciones sobre la Sábana Santa, la investigadora ha identificado tipos de plantas que «según está documentado desde antiguo», eran comúnmente utilizadas para los enterramientos. Entre ellas, en la Sábana Santa hay pólenes principalmente de Helichrysum, según su observación, así como láudano, terebinto, gálbano aromático o lentisco."

¿Pólenes extraídos en las anteriores investigaciones sobre la Sábana Santa? La sombra de Max Frei es alargada... el hecho de que la gran mayoría de pólenes encontrados por el suizo estuvieran en una única cinta adhesiva rompiendo con cualquier distribución aleatoria hace pensar en una contaminación accidental (siendo benévolos porque muchos palinólogos hablan directamente de una falsificación de las muestras). Prescindamos de ese detallito (estoy siendo irónico, en realidad, una mala toma de muestras significa que los estudios sobre ellas sirven exactamente para lo mismo que este blog, para nada en absoluto). La señora, señorita, doctora o lo que sea Boi asegura haber encontrado láudano en la Sábana Santa dejando, me imagino, patidifusos a los participantes españoles en el aquelarre valenciano porque en nuestro idioma láudano no tiene más que tres acepciones y todas ellas relacionadas con una medicina a base de opio que fue inventada por Theophrastus Phillippus Aureolus Bombastus von Hohenheim (más conocido por obvias razones de economía en el lenguaje por su pseudónimo, Paracelso) en el S XVI, así que su presencia (además de prestarse a gracietas varias) es incompatible con el supuesto entierro en el S I. Supongo que no se quería referir a la medicina sino a una planta, la Cistus Ladanifer conocida en algunos lugares como laudanum aunque su nombre común en España es jara de las cinco llagas o jara pringosa. ¿Pintaba algo la jara de las cinco llagas en un entierro en Jerusalén? Pues pese a su nombre va a ser que no porque aparece en la zona mediterránea pero sólo en la cuenca occidental siendo muy abundante en España y Marruecos y menos en Francia y Argelia. Algo parecido podemos decir del género Helichrysum, también hay especies de ese génro que aparecen en toda la cuenca mediterránea occidental incluyendo Francia e Italia. No sorprenderá a nadie a estas alturas que lo mismo podamos decir del terebinto, Pistacia terebinthus, que también aparece en la cuenca mediterránea occidental hasta Grecia y Turquía lo que deja fuera a Israel. Con el lentisco, Pistacia lentiscus, mejora la cosa porque se da en todo el área mediterránea tanto occidental como oriental. ¿Y el gálbano aromático? No es ninguna planta sino una gomorresina que puede obtenerse de varias plantas como Ferula gummosa Ferula rubricaulis aunque normalmente se asocia con Ferula gummosa (también llamada Ferula galbaniflua). Área de distribución: Asia central en especial Irán. Es decir, que la supuesta prueba de un entierro judío en el siglo I es el polen de varias plantas, varias de las cuales no se dan en Jerusalén y ninguna de ellas es privativa de Israel. Además, el único evangelista que menciona que el cuerpo de Jesús fue ungido es Juan (en abierta oposición a Lucas, todo hay que decirlo) y habla únicamente de mirra y áloe (Jn 19,39) que nada tienen que ver con las plantas que Boi menciona puesto que la mirra es la gomorresina del  Commiphora myrrha y el áloe es la pulpa de cualquiera de las especies del género Aloe. Por supuesto puede pretenderse que aparece el polen como contaminación de las resinas que se empleaban en perfumería (caso del lentisco) o de su aceite (la trementina de Quíos, caso del terebinto o el aceite de ládano -que no láudano- caso de la jara de las cinco llagas) y que ésa es la razón de que aparezca en una zona en lo que no existe tal planta, pero incluso entonces seguiría sin ser prueba alguna de su uso en un entierro judío del S I porque se han seguido empleando hasta hoy. Por tanto nada permite afirmar que su presencia es fruto de una unción durante un entierro en el S I y no, por ejemplo, por haber perfumado la tela para una ostensión durante el S XVI (por decir algo).

¿Seguimos? Seguimos.

"Así, según el químico norteamericano Robert Villarreal, responsable del Laboratorio de los Álamos en Colorado (EE.UU.), la muestra de tela de la Sábana Santa empleada para su datación por radiocarbono, con plena seguridad «contiene algodón, el cual no existe en absoluto en la tela de lino original de la Síndone»."

Lo cual está muy bien excepto por el mismo problemilla que tienen los pólenes de Max Frei que son pruebas viciadas de origen, porque las muestras que emplea Robert Villarreal son las que le entregó su amigo Raymond Rogers y que nadie puede certificar que procedan de la Sábana Santa lo que, por supuesto, invalida cualquier conclusión que se quiera extraer de ellas. Lo que sí se sabe seguro es que la experta textil Flury-Lemberg ha negado que la teoría de Rogers y Villarreal sea posible porque no se puede remendar un tejido de lino sin que se note el empalme lo que anula la posibilidad de que la tela datada por carbono 14 no sea la original sino un añadido posterior, por no hablar de que no hay la menor razón para haber añadido un pedazo de tela a la Sábana Santa. ¿Algo más? Sí, el laboratorio de Arizona había conservado un fragmento del tejido de la Sábana Santa que les fue enviado para su datación por carbono 14. Cuando las afirmaciones de Villarreal fueron alcanzado popularidad procedieron a reexaminarlo. ¿Conclusión? Que no hay ninguna mezcla de tejido de algodón con el lino ni presencia de contaminante o colorante alguno, lo que debiera ser el fin de esta historia para cualquiera que no sea sindonólogo o periodista del ABC, ese glorioso buque insignia de Vocento que bien merece una canción:

Every night in my dreams
I see you, I feel you,
That is how I know you go on...

1 comentario:

  1. Brutal este análisis. Muy buena.Cuánta tontería hay alrededor de este gran timo, al que alimentan con más y más confusión que reporta pingües beneficios a muchos.
    Yo ni hago mención, no lo merece.
    [En latino macarrónico: "Indiferentia despectus est"]
    Apabullante y racionalista.
    Breves saludos
    Deica.

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