jueves, 1 de diciembre de 2011

Curso completo de falacias

Pensaba yo que la prensa española iba a tener problemas para superar el publirreportaje sobre la dieta Dukan y no han tardado ni un día en lograrlo. Hay que decir que así se las ponían a Fernando VII porque el periodista no ha tenido que aportar nada, le ha bastado con reproducir uno de los mayores conjuntos de falacias lógicas que haya tenido la desgracia de leer. Si queréis flipar en colores kaleidoscópicos echad un vistazo a este artículo de El País:

"Sin embargo, el catedrático de Psicopatología Aquilino Polaino, uno de los expertos llamados por el PP a la Comisión de Justicia del Senado, que estudia la ley de matrimonio gay, declaró ayer que a los homosexuales "se les puede ayudar con terapia reparativa"."

Sí, claro. La terapia puede ayudar a los homosexuales como también a los heterosexuales, a los bisexuales, a los transexuales... a todo dios, vamos, pero es que la cosa no va por ahí como descubrimos a continuación:

"Aunque se haya desclasificado [como enfermedad] no quiere decir que no haya trastornos"

Sí, claro. El que alguien sea homosexual no quiere decir que no pueda tener trastornos. Es más, eso mismo puede decirse los heterosexuales, los bisexuales, los transexuales... de todo dios, vamos. Opsss... D. Aquilino Polaino ¿no estará sugiriendo que la homosexualidad es, en sí misma un trastorno? Si es así tendremos que recordar dos cosas, que existe la falacia cum hoc ergo propter hoc y que también existe la falacia ad verecundiam. Estos latinajos ¿qué significan? La falacia cum hoc ergo propter hoc (con esto luego a causa de esto) es la que se produce cuando se pretende que puesto que dos eventos se producen simultáneamente tiene que haber una relación de causa y efecto entre ellos. En este caso, el que un homosexual tenga algún tipo de trastorno no significa que la homosexualidad sea un trastorno. La falacia ad verecumdiam (de autoridad) es la que se produce cuando alguien pretende que la autoridad (real o supuesta) de alguien convierte su palabra en inerrante. En este caso, me importa un huevo (y de vinchuca, por más señas) que D. Aquilino Polaino sea catedrático de Psicopatología como también que pudiera ser archimandrita de la basílica de santa Sofía en Constantinopla o el señor de la limpieza de un burdel de carretera. Sencillamente, ¿aporta pruebas de lo que dice? Vamos a verlo:

"He gastado 20.000 horas con personas de conducta homosexual en función de una actitud humanitaria", dijo. En total, 160 gays y lesbianas que han "solicitado" su ayuda "como psicoterapeuta", indicó."

Mal empezamos. El número de horas se parece mucho a una falacia ad verecumdiam (¿cómo podéis dudar de lo que digo si he invertido 20.000 horas en terapias a homosexuales o si he recorrido 100.000 kilómetros tras los OVNIs?). El número de homosexuales que solicitaron su ayuda como psicoterapeuta consigue unir dos falacias en un único argumento (Busque, compare y si encuentra algo peor... ¡no lo compre ni de coña!), es una falacia de muestra sesgada (catedrático insigne ¿se le ha ocurrido pensar que los homosexuales que solicitan su ayuda son una muestra sesgada por el mismo hecho de que si buscan su ayuda como psicoterapeuta es porque tienen problemas? Joder, es tan absurdo como si un psiquiatra pretendiera extender a toda la población heterosexual los problemas que tengan sus pacientes heterosexuales) y, además, es una falacia de muestra insuficiente (catedrático insigne ¿se le ha ocurrido pensar que 160 personas no tiene por qué ser una muestra suficiente de un colectivo de, al menos, 460.000 miembros? -Cálculo a la baja que supone que sólo el 1% de la sociedad es homosexual y una población de 46 millones de españoles-) Seguimos:

"Para Polaino, las causas de la homosexualidad son "un padre hostil, violento, alcohólico o distante; una madre sobreprotectora -más con los niños que con las niñas-, fría, necesitada de afecto; emocionalmente vacía para sus hijas lesbianas"."

Otra falacia. Esta vez es del tipo post hoc ergo proter hoc (después de esto, luego a causa de esto). A ver, catedrático insigne, ¿hay heterosexuales cuyos padres eran hostiles, violentos, alcohólicos o distantes? ¿Verdad que sí que los hay? Su heterosexualidad ¿ha sido causada por ello? Si la respuesta es que no ¿por qué supone Vd. que la homosexualidad sí y la heterosexualidad no? ¿No denota ello un claro sesgo por su parte, que la homosexualidad es una patología? Si la respuesta es que sí, ¿qué mierda de causa es ésa que lo mismo crea un efecto que su contrario?

"El resultado son niños que "rehúsan los juegos violentos, con ausencia de identificación con sus iguales, ausencia de destrezas motoras para los deportes violentos e incapacidad de defenderse"."

Joder, ahora la falacia del verdadero escocés. Los verdaderos homosexuales rehúsan los juegos violentos, no tienen destreza en los deportes violentos y son incapaces de defenderse. Catedrático insigne, ¿sabe Vd. quiénes son Ian Roberts y Gareth Thomas? ¿Sabe Vd. lo que era el ἱερὸς λόχος tebano? Pues entérese primero y después abandone ese estereotipo del homosexual como mariquita, algo que lo dice todo sobre su capacidad para hablar de ese colectivo.

La entrevista prosigue, pero mi paciencia para leer gilipolleces concluye aquí.

1 comentario:

  1. ¿DONDE ESTA LA FALACIA? Durante el siglo XIX y XX Los psicoanalistas tenian claro que la homoxesualidad era porducto de un desorden psicológico. Sigmund Freud, el padre del psicoanalismo, la definió como el resultado de un conflicto de la identidad sexual que se daba durante el desarrollo, en el que también influía la presencia de una madre exigente y fría.

    Ya durante el siglo XX, los psicólogos se centraron en tenerla en cuenta como conducta sexual normal, hasta que la Asociación Americana de Psiquiatría (APA) decidió, en 1973, eliminar la homosexualidad del Manual de Diagnóstico de los trastornos mentales (DSM). Luego en 1990 la Organización Mundial de la Salud (OMS) retiró la homosexualidad de su lista de enfermedades mentales.

    LO LAMENTABLE DE TODO ESTO, ES QUE ESTE CAMBIO FUE HECHO SOLO POR UNA MANIPULACIÓN POLÍTICA, producto de todo un plan y estrateguia operada por activistas gay, quienes sin ninguna prueba científica, presionaron a la asociación de psiquiatras americanos a decidir por votación si la homosexualidad debería borrarse de la lista de enfermedades y, por votación (5.816 votos a favor y 3.817 votos en contra), se retiró de la lista.
    Esto fué tan cuestionado y la reacciones fueron tan encontradas en esta reunión que acordaron no volver a determinar, "por votación en el futuro", cuestiones psiquiátricas. Este hecho desde ya deja entreber una decisión tan irresponsable, que pretendiendo ayudar a estas personas, lo único que hicieron fue darle un placebo engañozo, para que por una votación esto fuese revertido, cono una condición normal, dejandolas entrampadas en su problema.

    Pero la verdad es inmutable para el que quiera oirla; la última edición de la revista científica “Archives of Sexual Behavior” publicó un estudio realizado por uno de los expertos en epidemiología psiquiátrica más importantes en el mundo, Robert L. Spitzer, que a través de numerosos casos médicos demuestra que la homosexualidad es una enfermedad y puede curarse. El estudio fue presentado hace dos años en el Congreso de la Asociación Psiquiátrica Americana, luego de que Spitzer se retractara de la postura que lo hizo impulsar en 1973 el retiro de la homosexualidad de la lista de desórdenes psiquiátricos.
    La investigación –basada en más de 200 casos– explica cómo los hombres y mujeres homosexuales son capaces de ser “predominantemente heterosexuales” luego de una psicoterapia ofrecida en su gran parte por organizaciones religiosas.

    Según el Dr. Spitzer –profesor de psiquiatría en la Universidad de Columbia en Nueva York–, aunque la mayoría de homosexuales se declaran seguro de sus preferencias sexuales, otro grupo preferiría adoptar un estilo de vida heterosexual.

    “Considero que las personas que se sienten angustiadas por su homosexualidad tienen todo el derecho de llevar a cabo esta terapia”, afirmó el experto y agregó que “en algunos de los sujetos, los reportes de cambio en la orientación sexual fueron sustanciales y creíbles”.

    Los 200 pacientes que participaron en el estudio –143 hombres y 57 mujeres– provinieron principalmente de Estados Unidos y Canadá, pero otros de Europa.

    Según el psiquiatra, “este estudio nos da evidencia de que hombres y mujeres homosexuales son capaces de cambiar su orientación sexual. Casi todos los participantes manifestaron cambios sustanciales en su orientación, y no sólo en una supuesta ‘actitud’”.

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